Carajo, simplemente a veces no hay manera de decir las cosas, tratando de ser amables. Y sin seriamente, esposa mía, yo también lo extraño.
Por qué me sorprendo los días pensando que lo veo jugar, que lo veo acompañándonos al cenar, por qué pienso que corre con nosotros. También me parece verlo en el rostro de cada bebé recién nacido, anhelando vivir ese momento en que nos lo entregarían.
He visto tu rostro, he visto tu dolor, simplemente no entiendo como te has levantado. Te admiro. Enserio te admiro por que en unos meses, tomaste decisiones tan tajantes.
Trato de no pensar en eso, trato de seguir como si nada y también me cuestiono, si esto nunca debió pasar, pero si creyera que esto nunca pasó, estaría negando, los momentos mas íntimos que hemos pasado, esos momentos que jamás nadie podrá entender. Va mucho mas allá, de una cuestión carne.
Cuando vives, momentos en los que tus mas grandes sueños se vienen abajo, te marcan de por vida. No hay marcha atrás. Por eso mi amor, más que nunca quiero acompañarte, por qué Nadie ha estado cuando más lo necesité y nadie estuvo cuando más lo necesitabas.
Perdimos la posibilidad de ser papás, por primera vez, pero no por eso dejaremos de ser un matrimonio, mejores amigos y una familia, como lo hemos sido siempre. Estoy para ti, como hemos estado siempre. Y no es solo romanticismo, solo es un compromiso que se vuelve más fuerte.
